25 may 2020

La conjura de don Fadrique. Detalle histórico e ideas de aventura para Aquelarre

Hola a tod@s,

en esta ocasión volvemos con una antigua serie, la de Diarios de Antaños, donde nos centraremos en ciertos hechos de una figura histórica particular. En esta ocasión trataremos muy por encima algunos aspectos de la vida de Fadrique de Aragón, IV Conde de Luna, y ciertos detalles de la conjura y consecuencias que urdió contra la ciudad de Sevilla a principios de siglo XV. También se incluyen unas ideas de aventuras para Aquelarre en medio de los vaivenes de su vida. Os dejo la versión pdf más arriba, en el apartado Diarios de Antaño, en Recursos para Aquelarre. Que lo disfrutéis.


BREVES INICIOS

Fadrique de Aragón (1400-1438), siciliano de nacimiento, IV conde de Luna y Señor de Cuéllar y Segorbe, fue hijo bastardo de Martín el Joven, rey de Sicilia. Al fallecer su padre sin descendencia legítima en 1409, el rey Martín I El Humano (abuelo de Fadrique), intercedió por él ante El Papa Luna (Benedicto XIII), para que le designase hijo legítimo en vista a poder obtener el reinado de Sicilia y también pretender al de Aragón. Sin embargo, esta preparación burocrática no se hizo efectiva por la muerte de Martín I, por lo que el trono aragonés estuvo vacante durante dos años, donde hubo cinco pretendientes por el mismo, entre ellos Fadrique. El Compromiso de Caspe, un proceso de examen de derechos al trono por parte de varios representantes de los reinos de la época, dictaminó que el trono fuera a parar a Fernando de Antequera, desde ese momento Fernando I de Aragón (abuelo de Fernando el Católico).

BANDAZOS POLÍTICOS Y MILITARES:

Fadrique, que desde pequeño había sido puesto en alta estima por la corona aragonesa, maniobró políticamente, en tiempos del reinado de Alfonso V (hijo de Fernando I) para obtener el trono siciliano, del que aún se sentía postulante. Por ello, la relación con Alfonso comenzó a quebrarse hasta el punto de conspirar contra él, en medio de la guerra contra Juan II de Castilla. Fadrique, por tanto, huyó de la corona y se refugió precisamente en el monarca Juan II, recibiéndole éste con honores en Medina del Campo en 1430, dada su personalidad y su nueva “afiliación” dentro del conflicto.

A partir de aquí, Juan II otorgó a Fadrique de Aragón rentas abundantes anuales y señoríos diversos, como los de Cuellar, Villalón de los Campos y el de Arjona. En 1432 Fadrique recibió el apoyo de Abd al-Aziz II, emir háfsida de Ifriqiya (Túnez) a través de los embajadores que éste envió a Castilla para ayudarle a alzarse con el reino de Sicilia (anteriormente gobernado por el padre de Fadrique) y la isla de Malta ante las incursiones que Alfonso V estaba haciendo en esa zona del Mediterráneo. Fadrique aceptó su propuesta, y empeñó sus nuevas pertenencias para sufragar esta empresa; la venta del señorío de Villalón y el de Arjona le reportó una gran suma de florines, aunque ello no sirvió para mucho. Alfonso V aprovechó una tregua en su litigio particular en el Reino de Nápoles para centrarse en la isla de la Yerba, en la costa de Túnez, adelantándose a sus enemigos e impidiendo así cualquier asedio sobre Sicilia.

LA CONJURA DE FADRIQUE:

El conde de Luna, ya empobrecido en 1433, sólo mantenía los ingresos de las rentas del Señorío de Cuellar, y por ende maquinó una estratagema para volver a enriquecerse: a través de instigadores y participantes, trató de saquear ciertos puntos estratégicos en la ciudad de Sevilla, así como, en especial, a los ciudadanos de la colonia genovesa asentados en la ciudad (gentes de gran riqueza económica); también trató de levantarse como capitán, y convertir la ciudad en un modelo similar al de ciudad-república al estilo italiano. Descubierta esta conjura por el rey Alfonso, en enero de 1434 fue arrestado en Medina del Campo junto con algunos de sus secuaces; entre ellos destaca un caballero que respondía al nombre de Capdevila y un clérigo franciscano de origen portugués. Su próximo destino: el castillo de Urueña, propiedad de Pedro Girón de Acuña Pacheco, futuro maestre de Calatrava), el cual servía como prisión desde hacía tiempo. Otros encausados y ajusticiados fueron los caballeros Lope Alfonso de Montemolín, y Fernán Álvarez de Osorio, y además el turbulento poeta Gonzalo Martínez de Medina y a un escribano llamado Pedro González de Sevilla, ambos participantes de la conjura de Fadrique.

Todos ellos fueron decapitados en Medina del Campo y puestas sus cabezas en las torres y puertas de la villa como autores de delitos de traición contra el Rey. La condición nobiliaria de Fadrique de Aragón le liberó de la pena capital, pero no por ello evitó sufrir prisión en Urueña y también en el castillo de Brazuelas, cerca de Olmedo, custodiado bajo el mando de Álvaro de Luna hasta 1438, año en el que el Conde de Luna murió, según se piensa, envenenado.


IDEAS DE AVENTURA PARA AQUELARRE:

  •  Los Jugadores viven en Sevilla y, participarán sin saberlo, como miembros de la conjura de don Fadrique en la ciudad. Un tipo entrado en años llamado Gonzalo Martínez de Medina (conjurador al servicio del Conde de Luna) les reunirá en secreto en los sótanos de un palacio señorial para que entreguen un suculento pago a Juanoto Salvago, cónsul genovés al cargo del Consulado de Génova en Sevilla (la institución que representa a los marineros y comerciantes genoveses en la ciudad, y que regía los asuntos civiles de estos “colonos”). El Cónsul Salvago ha accedido a persuadir a los burgueses genoveses ricos para que atiendan las peticiones de don Fadrique a cambio de una mayor flexibilidad en las ordenanzas comerciales municipales. Sin embargo, el grupo se topará con un espía de Alfonso V capaz de lanzar hechizos, enterado de los tejemanejes de su primo el Conde de Luna en la ciudad y dispuesto a arruinar los planes del grupo.
  • Los Jugadores son alguaciles de Medina del Campo o de Valladolid. Son los encargados de trasladar a Lope Alfonso de Montemolín, y Fernán Álvarez de Osorio, caballeros encausados y en breves ajusticiados desde el castillo de la Mota hasta el cadalso preparado en mitad de la ciudad. Sin embargo, en el momento de trasladar a los caballeros, uno de ellos no está en las celdas, y el otro ha aparecido con terribles estigmas en su piel, asegurando que alguien llegó y ofreció un pacto a su compañero. Añadirá que es era Diablo y que sabe dónde encontrarlo, pero para eso han de posponer su condena. Tal vez los pasos lleven a los Jugadores hasta un bosque no muy lejano, donde un adorador del mal ha intercedido por uno de los caballeros por algún motivo.
  • Los Jugadores son familiares o amigos del escribano Pedro González de Sevilla (otro de los conjuradores). Saben que algo ha pasado con él, pues desde hace unos días en la ciudad se le busca insistentemente (para el Director/a significa que la trama de don Fadrique ha fracasado, y ahora buscan a los implicados). Su criado les entregará una nota del escribano confirmando que se ha marchado de la ciudad por seguridad, con la intención de limpiar su nombre ante los últimos hechos (de los que, dice, nada tiene que ver). También les pedirá que transporten en un carro con bestias el cuerpo amortajado de su hermana, recientemente fallecida, para enterrarlo en Aznalcollar, su lugar natal, a siete leguas al noroeste de la ciudad. Lo que el grupo no sabe es que el escribano viajará con ellos, metido como polizón en el propio ataúd, para tratar de asegurar su huida (sin que lo sepan ni sus propios amigos). No tardarán mucho en darle el alto o ser presa de un grupo de bandidos o una terrible criatura encontrada en los caminos.

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