Hoy hablamos de la conocida y extendida enfermedad en la Edad Media llamada “el Fuego de San Antón”, también nombrada como “fuego del enfermo”, “fuego de San Antonio” o “fuego del Infierno”. Os dejo la versión PDF de esta entrada más arriba, en la sección Recursos Roleros.
Se trataba de una enfermedad producida por la ingesta de pan de centeno, infectado previamente por el hongo cornezuelo, cuyos efectos por envenenamiento eran desde alucinaciones y convulsiones hasta contracción arterial con posterior necrosis, así como gangrena en extremidades.
La afección principal de este mal se manifestaba con un frío intenso y repentino en todas las extremidades hasta convertirse en quemazón aguda (a veces también en la cara). Otra variante eran intensos dolores abdominales que finalizaban en muerte súbita.
Detalle de Castrojeriz (Burgos) |
El símbolo Tau |
Sus frailes primero fueron laicos, y en 1218 recibieron por bula papal la sanción de orden monástica, constituyéndose como religiosos. Tomando la Regla de San Antonio y adscritos a los Hermanos Hospitalarios, los antonianos tuvieron dos grandes encomiendas en Navarra y diferentes hospitales en Castilla, incluyendo el de Castrojeriz. El convento, por su parte, fundó en 1146 bajo el patrocinio del Rey de Castilla Alfonso VII. Poseía tres naves y la entrada de la iglesia se hacía a través de una portada con seis arquivoltas adornadas de estatuas.
IDEAS DE AVENTURA PARA AQUELARRE:
- Los jugadores son frailes antonianos que realizan sus quehaceres diarios: rezo, cultivo y cuidado de peregrinos. Una noche acude al convento un tipo aquejado del mal de fuego. Sin embargo, tras recogerlo y darle de cenar, éste desaparece en su celda cuando no hay nadie. A los pocos días una bolsa llena de monedas es encontrada en la celda que le brindaron. ¿Un ladrón que se había colado para guardar un botín? ¿Alguien que ha dejado un regalo de agradecimiento a estos frailes? ¿Algún turbio asunto económico con alguno de ellos?
- Los habitantes de Castrojeriz (entre los que se incluyen los PJ) sufren los estragos de unos bandoleros que campan en las afueras de la población asaltando peregrinos. Algunos dicen que están bajo la protección de los frailes a cambio de un tributo para su convento, y otros aseguran que son los mismos frailes quienes se lanzan contra los viajeros para obligarles a dar limosna a San Antón antes de marchar a Compostela. El señor de Castrojeriz pedirá a los PJ o a cualquier que se tercie a indagar sobre lo que ocurre realmente.
- Los jugadores son peregrinos que han llegado a Castrojeriz. Acompañan a un noble castellano hasta el convento, ya que sufre el mal del Fuego... o eso es lo que creen. El noble, que solo es alguien que se ha hecho pasar por tal, sabiendo que desde hace tiempo se esconde en secreto una pequeña reliquia del santo, pretende robarla. Él mismo se ha colocado unas costras en la piel y hará lo que haga falta para llevársela. Cuando esto ocurra, los PJ quedarán abandonados a su suerte, y sin saber muy bien porqué serán perseguidos por los frailes, algún que otro peregrino devoto y los soldados del señor del castillo de Castrojeriz.
El ergotismo (intoxicación con cornezuelo) no es cosa de broma... incluso en época moderna... https://goo.gl/PN33Fa
ResponderEliminarAñadiría al artículo algún detalle.
El fuego de San Antón es más propio de zonas continentales o más húmedas. El centeno no es tan común en la ribera mediterránea
Incluso en cantidades mínimas causa abortos, lo que lo hace factible de ser usado como "herramienta".
Algunos de los síntomas del ergotismo se han considerado posible causa de muchas acusaciones de brujería, y en particular estaría en el origen del caso de las brujas de Salem.
Como curiosidad, en época más reciente, el consumo masivo de pan de maíz causaba pelagra (deficiencia de vitamina B3). Así que ¡a darle duro al pan Bimbo!
Gracias por tu comentario.
ResponderEliminarNo había pensado en la zona geográfica, no sabía ese dato, pero tiene todo el sentido. Efectivamente, la acusación de brujería sí que ha llegado a ser un recurso recurrente hasta en televisión (que yo recuerde).
¡saludos!